Hay ocasiones en que, como he dicho otras veces, te encuentras con
escritos o información que confirma todo lo que ya sabes, tienes integrado o
sospechas, y esta es una de esas ocasiones.
Se trata de un mensaje de una
entidad espiritual (por definir de alguna forma algo indefinible) que como él
explica, se denomina por la necesidad nuestra, más que por que sea su verdadero
nombre o definición EYNOLWADEN (fonéticamente EÏ-NOL-UADEN). En el mencionado
mensaje nos presenta la visión de cómo una de un nivel inmaterial y ajeno a
todo tipo de manipulación, percibe la realidad que nosotros experimentamos.
Lo que aquí público es un extracto,
de lo que especialmente me ha llamado más la atención, si bien a continuación
pongo el enlace al blog donde esta público en completo, así como otros muchos
mensajes de entidades, sobre lo que este aconteciendo en este momento.
Como siempre, espero que te dejes
llevar por tu esencia e intuición y aceptes solo aquello que realmente te llene
y llegue al corazón. Abrazote.
EYNOLWADEN
septiembre 2017
Los convenios de vuestro mundo implican que me nombre. Ante todo este
nombre es una vibración; no busquéis ningún sentido o significado tal y como lo
entendéis ahí donde estáis. Este nombre es EYNOLWADEN. Para simplificar, y para
que esto os evoque algo, podríais llamarme pueblo de la naturaleza, aunque mi
naturaleza os es estrictamente desconocida en el seno de este mundo.
No tengo palabras, no tengo conceptos, no tengo ideas. Entonces he venido
simplemente para estar aquí, como vosotros estáis ahí. He venido a vuestra
conciencia. Estoy tanto en esta voz que habla, como en el corazón de cada uno,
porque tan pronto hay Felicidad, entonces mi Felicidad está ahí. No tengo
objetivo, no tengo historia, no tengo principio, no tengo fin. Estoy obligado,
de hecho, a encontrar lo que puede ser adecuado como palabras, como
movimientos. No dependo de ningún alimento, de ninguna forma, y no tengo ningún
interés en ninguna historia. Para que sea simple, digamos que soy un pueblo de
la naturaleza, pero no de vuestra naturaleza, mi naturaleza se sitúa entre las
dimensiones donde la conciencia toma forma. Pues soy lo que podríais nombrar
una entidad interdimensional sin forma.
Si tuviese que tener una forma, la que mejor convendría es un
triángulo de Luz, pero no quiero estorbarme con ninguna función, porque esta
Felicidad que soy no puede ser compartimentada, ni siquiera organizada. En
vuestro lenguaje, diría: atreveos a ser felices. Sed felices incluso si tenéis
miedo. Parece que este mundo es regido por el miedo, y es esto lo que crea la
pesadez, la inmovilidad, la densidad. El miedo es la antítesis de la Felicidad.
En el Amor, la misma idea de lo que es el miedo ni siquiera representa algo
para mí, si no es lo que puedo ver ahora, es decir esta crispación, este miedo
al tiempo, este miedo a los acontecimientos, este mismo miedo a lo que nombráis
el pasado. EYNOLWADEN no puede, de hecho lo tengo que confesar, ni siquiera sé
cómo es posible dejar que se cree el miedo, el secretarlo.
Seguro que está ligado a la presencia de este cuerpo de alimento, en
el cual parece que creéis, que sólo es un montón de frecuencias oscuras, por
así decirlo, o de historias que adoráis, unos guiones, como si hubierais
decidido ‒ aunque ahora sé, porque me lo han dicho, que no es la verdad, y lo
he entendido ‒ creer lo que os dicen vuestros sentidos, en lugar de creer lo
que os dice vuestro corazón. Ah, me dicen que aparentemente vuestro corazón no
os dice a menudo gran cosa. De hecho, no hay nada que decir, sólo hay que ser.
Entonces
cuando vine la primera vez, me quede sorprendido, o sorprendida, porque desde
mi punto de vista, voy a confesaros que no entiendo cómo vuestra llama eterna
ha podido quedar presa de un saco de alimento, de una historia, de un miedo. No
sé cómo lo habéis podido hacer, vosotros o los chicos malos, me parece, para
desviaros de lo que sois. Sois esta llama eterna, la veo, y sin embargo es como
si, para muchas conciencias encerradas en estos sacos de alimento, es como si
no quisierais ver, ni vivir, lo que sois. Entonces por supuesto, me han dicho
que había unas historias que habían pasado que os impedían ver, y sobre todo
vivir, y sobre todo ser libres.
Debo
de confesaros que lo que me han dicho, lo que he visto, me sorprende mucho.
Entonces parece ser que hay unas organizaciones, en este sector del universo,
en este sector dimensional, que os han contado otras historias para salir de la
historia. Ellos lo llaman, parece ser, unas estrategias, lo llaman pedagogía.
Entonces intenté entenderlo, y vivirlo, porque no puedo entenderlo gracias a
ningún órgano, como lo hacéis vosotros, pero intenté representarme lo que
llamáis vuestro nivel de realidad. Y fui, no afectado sino de alguna manera un
poco removido, de constatar que todas las felicidades que eran posibles en este
mundo sólo dependían de las circunstancias de este mundo que son, tengo que
reconocerlo, las más penosas que he podido ver hasta ahora, e incluso me han
dicho que todavía quedaban muchos mundos como el vuestro.
Pues os aseguro que más allá de la historia en la historia, no hay
ninguna historia, no hay que contarse o vivir ninguna historia. Pero me han
dicho que fue una especie de juego que no acabó bien. No conozco y no entiendo
todos los detalles de lo que sois ahí, esta llama que está atrapada en un saco
de alimento. Y no entiendo tampoco cómo un alimento puede atrapar la menor
llama que no depende de nada. Entonces me han dicho: « es que tienen unas
costumbres, repiten continuamente. » Me han dicho también que había este
elemento que no conozco, el miedo, que es opuesto a la Felicidad y a la Luz.
Yo, no percibo nada de todo esto, veo simplemente una llama que sólo pide ser
lo que es. Sólo veo la Felicidad que a veces se encuentra rodeada por este
cuerpo pesado y que está encerrada por el miedo. Es como si este miedo fuese
una secreción que se opone a la radiación de la Eternidad.
Veis,
os doy un punto de vista, que no depende de ninguna historia, de ninguna forma.
Y también siento, desde que me han pedido acercarme a este particular espacio
donde estáis, que estabais atrapados, de hecho, en una especie de inversión de
la Verdad, porque en vuestro mundo, todo es relativo, nada puede ser verdadero
y nada puede ser absoluto. Entonces, parece ser que se os han enseñado que la
vida es don y que el miedo impide el don, porque hay unos marcos, allí donde
estáis, ya que estáis en una forma, y que forma tan rara… Es compleja, es un
aparato que requiere mantenimiento. ¡Qué idea, qué vida! Si es que puedo
llamarlo, desde mi punto de vista, la vida. Yo, creo que se parecería más bien
a lo que llamáis la muerte, y en la muerte os consideráis “vivos”.
Me
han dicho que habéis olvidado ‒ pero no logro entender cómo uno puede olvidar,
sean cuales sean las mecánicas responsables de ello ‒, es decir que jugáis y ya
no veis que jugáis, y sufrís porque habéis olvidado la Felicidad, nada más. Y
buscáis la paz de este cuerpo, porque estáis obligados a dormir, es decir a
apagaros todavía más, para poder regeneraros y estar como lo llamáis « en forma
». Parece ser también que estáis obligados a comer. Y muchas cosas que lleváis
en este mundo son realmente lo que nombráis unos esfuerzos. Incluso cuando
estáis felices esto requiere un esfuerzo, no os relajáis. Pero no creo que sea
vuestra culpa, es la historia misma que lo ha creado. Veis, más vale no crear
nada, porque todo está ya creado.
Pero bueno, me han dicho que esta mala historia se acababa, en todo
caso aquí, y no en otra parte. He rápidamente, no explorado sino sobrevolado
estos otros sectores de los universos donde ocurre el mismo proceso, a través
de muchas otras historias. Y cuándo lo vi, tuve ganas de decir « ¡despertaos!
», y me dijeron que no erais conscientes y que estabais dormidos, que estabais
convencidos de estar despiertos. Y además, me enseñaron que había otras llamas,
incapaces de alimentarse, que se alimentaban de vosotros. Es una cadena
alimentaria sin fin.
Veis, finalmente estoy obligado a
hablaros de vosotros, a compartir con vosotros lo que vi, lo que veo. Y esto,
diría que está repartido de modo totalmente uniforme, de hecho es sorprendente.
Sea cual sea el tamaño de este vehículo, parece ser que lo llamáis la edad,
sean cuales sean las historias, son unos trozos de historias que son inextricables.
Pero parece ser que hay una ley que lo rige muy bien: la acción-reacción. Pues
los resultados son sorprendentes.
¿Cómo es que un conjunto de llamas eternas, jugando al juego de la
conciencia, ha podido encontrarse de manera inextricable ‒ en fin, parece ser
que se acaba, me han dicho ‒ cómo es que aquí todo es exactamente a la inversa
de la Vida? Porque incluso los que parecen para mí estar desbordados de vida,
no se dan cuenta de que no están vivos. Creen estar vivos. Creer… entonces
sabéis, os lo dije, no tengo ninguna forma y todavía menos cerebro, pues me es
imposible creer, o si preferís, sólo creo lo que veo y vivo. Hubo, no lo
oculto, una especie de… cómo lo diríais… no de incomprensión sino de
estupefacción, porque entendí muy bien lo que veía.
Habéis jugado tanto que habéis perdido incluso el sentido del juego. Y
de hecho, creo que en este idioma en el cual me expreso, no hay ninguna
diferencia fonética entre “yo” y “juego”. Ah pues vosotros, habéis creado una
gran diferencia. Porque este “yo” os impide ver el “juego”. Entonces parece
ser, en las historias que me han contado, que os han prometido algo en otra
parte, sobre todo en lo que nombráis vuestras creencias religiosas. Que idea es
la de tener unas religiones. Pero, ¡si estáis conectados de toda eternidad!
Simplemente no habéis querido ver el juego, sólo habéis visto el “yo”, y os
habéis olvidado del juego. Lo que hago no es ningún juego de palabras, es
exactamente lo que veo.
Y me han dicho también que estabais separados, divididos, y que
incluso las diferencias de apariencia entre lo que nombráis animales,
vegetales, o incluso creo, según unos simples colores que llamáis razas, y que
las razas se han alejado tanto las unas de las otras, de su eternidad, que os
parecen ser diferentes. Os parece ser también diferentes de lo que nombráis
vegetales, animales. Me sorprendió haber visto unas formas de conciencias
libres encerradas con vosotros, lo que nombráis animales. No es un buen juego
el que jugáis aquí. Pero me han dicho que vuestro juego había ido tan lejos que
había que crear unas particulares condiciones para haceros entender que no
erais este juego, ni este “yo”. Tenéis que salir, me han dicho, del sueño. En
fin estáis soñando, estáis teniendo unas pesadillas más bien.
Me han dicho que esto se llamaba un
juego diabólico. Es como si girarais incansablemente alrededor de vosotros
mismos, como lo hace un planeta que gira alrededor de su sol. Intento encontrar
lo que para vosotros sea comprensible, es decir unas imágenes, en función…
porque yo, no necesito ninguna imagen, ni ninguna representación de hecho, pero
lo que he podido ver y vivir, llegando a la superficie de este mundo, es a
pesar de todo muy desconcertante. Y lo más escandaloso, en fin una de las cosas
que nombraríais… que yo encuentro escandalosa, pero aparentemente no vosotros,
es que estáis obligados, obligados me han dicho, a ganaros vuestra vida. Pero,
¡daos cuenta, la vida no se gana!
De
hecho, después de muchas explicaciones, podría decir que esto se parece a lo
que llamáis la usura. Y esta usura, que no es la usura del dinero sino el uso y
desgaste de lo que sois – afortunadamente sois eternos, como cada uno de
nosotros, y cada uno de vosotros–, y que sólo veis las diferencias, ya no veis
la Unidad, ya no veis la Verdad. De hecho dormís, pero además sois sonámbulos,
es la palabra creo, es decir que soñáis, os desplazáis, pero siento deciros que
es aquí donde estáis muertos.
Y de hecho me han dicho que había, desde hace mucho tiempo en vuestra
tierra, unos seres que salían de su cuerpo y que regresaban. Y por supuesto, me
han dicho que todos los testimonios confirmaban que era justo al volver que
entrabais en un cadáver ‒ como dije, un saco de carne y de alimento ‒ pero
parece ser que muchos de vosotros ni siquiera tienen la posibilidad de escapar
de este cuerpo de alimento. Así que os habéis construido una historia con este
cuerpo de alimento, y estáis convencidos que sólo hay esto, como si la vida
pudiera apagarse. Pero vosotros, os apagáis de ilusión en ilusión, de pesadilla
en pesadilla. No es una crítica, es… simplemente expreso algo de asombro.
Entonces por supuesto, los Arcángeles me dijeron que unas historias se habían
entrometido en vuestra historia, en vuestro juego. Lo entiendo perfectamente,
pero dicho esto, no entiendo por qué, si es que efectivamente, como dije, es un
juego que no acabó bien, que sea un juego, sobre todo, que nunca ponga la
palabra “fin”. Es una especie de juego continúo.
Pero bueno, lo que veo y lo que me
han dicho me permite esperar, y de hecho comprobar, que finalmente el juego y
el “yo” va a devolveros a la Felicidad porque el juego y el “yo” se paran.
La única cosa que todavía podría
encontrar sorprendente, es que a pesar de este cuerpo de miedo, a pesar del
encierro de vuestra llama bajo esta chapa de plomo, cómo decís, pues ella sigue
ahí. De hecho es sorprendente. No conozco la mecánica que fue utilizada para
seguir viviendo en estos complejos aparatos que llamáis cuerpos, donde todas
las historias se entrechocan las unas con las otras.
Entonces me han dicho también que os habían hecho creer que había que
mejorarse, que habíais caído, que hubo, cómo se dice… un pecado original. Hay
que estar verdaderamente cortado de la Verdad para tragar y alimentarse de este
tipo de elementos. Pero esto viene también del lenguaje. Aquí donde estoy, no
necesitamos estas vibraciones sonoras que se estructuran en lo que nombráis la
cabeza, y que crean todo lo demás. En otras partes estamos permanentemente en
comunión. De hecho pasáis vuestro juego a crear unos lazos cuando ya estáis
encadenados, y llamáis a esto marido, mujer, hijos, y creéis que tenéis hijos;
sólo tenéis unos sacos de alimento.
Entonces por supuesto, parece ser que cada saco de alimento es
portador de una llama, y sin embargo, cuando me lo han dicho, me ha sorprendido
mucho porque vi a unos sacos de alimento donde no había ninguna llama, y que
sin embargo se movían, y me dijeron que era un nombre particular que olvidé,
que no quiere decir nada para mí, unos sin-alma. Ah, acaban de susurrármelo, lo
llamáis portales orgánicos. Que portales más raros… Hay más vida en una piedra,
hay más vida en cualquier otra parte, pero aparentemente el olvido es tal que
muchos de vosotros, a pesar del sufrimiento, a pesar de la densidad, parecen
satisfechos. Han encontrado unas ocupaciones, me han dicho, en el juego, se
creen imperfectos y buscan la perfección, creen haber caído por no sé cuál
castigo.
He oído todo esto, he visto todo esto. ¿Qué más puedo deciros? Oh,
sobre mí, no puedo decir nada más, os he dicho bastante. Pero sobre vosotros,
aparte de deciros lo que sois y demostrároslo a vosotros mismos, no quiero
añadir ninguna historia a vuestros sufrimientos, a vuestros miedos. De hecho, este
cuerpo de alimento que pensáis ser, sólo transmite miedo, porque sólo veo
pesadez, salvo en lo que nombráis vuestro pecho, me han dicho, donde está
vuestra llama. E incluso algunos han creado unas falsas llamas en la cabeza,
están convencidos que con su cabeza lo saben todo. Bah, sólo conocen la cárcel,
pueden describir los barrotes, la puerta, e incluso habéis olvidado, parece
ser, que estabais encarcelados.
Las llamas que lo han hecho son particularmente, cómo decís…
retorcidas. Y el problema es que ni ellos ni vosotros sabéis que estáis
jugando. Hay verdaderamente algo demasiado denso, demasiado pesado y demasiado
serio en todo lo que manifestáis, en todo lo que hacéis. Incluso, parece ser
que estáis obligados a cuidar este saco de alimento, que lo podéis perder en
cualquier momento por lo que llamáis accidentes, enfermedades, y esto os parece
normal. Pero tengo que reconocer, y es una constatación y no es ningún juicio,
que de alguna manera, me siento frustrado por vosotros. Y además, al ver por primera
vez vuestras formas raras… parece que esta forma y este vehículo, estáis
obligados a cambiarlo, en intervalos regulares, más o menos largos según
vuestras escalas de tiempo. Hay pues un desgaste, en todos los sentidos del
término. Es la mejor palabra que me ha sido sugerida y a la que adhiero.
Entonces no se trata para mí de algo moral, porque veo bien que os
habéis quedado atrapados en el juego, y algunos han querido haceros
responsables, o culpables, y aparentemente esto ha funcionado muy bien. Estas
cosas inútiles, que llamáis leyes de este mundo, cuando ahí donde estoy, ahí
donde voy, no hay ninguna ley; sólo hay una ley, la ley del Uno y la ley del
Amor, que es la misma. Y me han dicho, y lo he visto, que incluso algunos de
vosotros portadores de esta llama, están convencidos de que están únicamente
inscritos entre el pequeño cuerpo, que llamáis nacimiento, el bebé, y la
muerte, y que incluso ellos piensan que el cuerpo, por supuesto, pero también
lo que sois, regresa al polvo. Esto, tengo que decir que fue el elemento que
más me ha interpelado.
Me han explicado, y efectivamente lo veo, que lo habéis invertido
todo, inconscientemente por supuesto. Entonces me han explicado que la ley del
Uno fue reemplazada por unas reglas propias de este mundo. Se ha llamado la
“ley”, o la justicia. ¡Pero qué mundo tan raro! Podéis imaginaros como fue mi
primer contacto con vuestra atmósfera, menos mal que estaba acompañado. Incluso
tuve la oportunidad de ver que cuando una llama liberaba a otra llama, lo
llamabais un homicidio creo, y después ibais a la cárcel, en lugar de
agradeceros por haber liberado a una llama. Pero me han explicado luego que no
servía de nada porque la llama seguía prisionera de una capa extraña, que se
nombra la capa del alma o la capa astral. Y efectivamente entendí que la trampa
era terrible. Efectivamente, la mejor palabra que me viene, es que
absolutamente todo está invertido: estáis muertos pero decís que estáis vivos,
celebráis vuestra muerte que de hecho es vuestro nacimiento, y cuando perdéis a
alguien, lloráis vuestra libertad.
EYNOLWADEN
saluda vuestra llama, y os digo: feliz regreso a la verdadera Vida y a la
Libertad. No pienso tener la oportunidad de volver a expresarme de este modo.
En cualquier caso, como se suele decir: « Os doy las gracias ». Honro vuestra
presencia y vuestra escucha, y no olvidéis que todo esto sólo es un juego. Pero
bueno, hay de todos modos unos juegos más agradables. Os saludo.
FIN DEL EXTRACTO.
Os invito si os apetece a que
establezcamos un diálogo sobre lo que contiene este mensaje.te
te