sábado, 26 de diciembre de 2015

LA SUPERPOSICIÓN DE LA REALIDAD A LA MANIPULACIÓN


Desconozco en que momento y circunstancias se ha producido esta especie de despertar, esta claridad mental que en este momento disfruto, pero la verdad es que no me disgusta y mucho menos me importa, lo cierto es que veo las cosas con una claridad y nitidez, que hasta me deslumbra.
            Una de las grandes sorpresas ha sido vivir estas fechas como si fuesen días normales, es decir fuera totalmente del ambiente o sentimiento navideño. Es como si se hubiese despegado de mi interior una especie de filtro, de programa informático, que te obliga a sentirte y hacer cosas específicas solo por estar en una determinada fecha del año.
            Esta lucha no es nueva, ya la venia manteniendo con la noche vieja, veía absurdo el tener que esperar a las 12 de la noche y después durante cinco minutos generar una explosión de felicidad y alegría ficticias, que como tales duraban eso cinco minutos o diez a lo sumo. Porque claro después mirabas a tu alrededor y veías las mismas caras, las mismas miserias y las mismas circunstancias que cinco minutos antes. Eso sí disfrazadas y escondidas entre pitos y gaitas, y ala a emborracharse para encima al día siguiente empezar el año como quieren que estés, borracho, anestesiado, resacoso, sin fuerzas y dándote cuenta de que la vida sigue siendo la misma mierda. Pero tu durante unas horas te has mentido, ilusionado y comportado como un borrego servil y sumiso que ha seguido a la manada hasta un éxtasis delirante que solo te ha aportado una resaca, cansancio y la una sensación agobiante de infelicidad al acabar todo. Además si has cenado en familia, tienes que acudir a la cita ineludible con las sobras de la noche anterior, con un cuerpo que no hay quien lo aguante. Igualito que el día después de noche buena.
            Hace años que lucho contra esto, contra la obligación de las comidas de empresa, las comidas con familiares, la obligación de los regalos, la obligación de ir con una sonrisa en la boca diciendo Feliz Navidad y otras muchas obligaciones absurdas que soportamos.
            Tengo claro que comer con los amigos, familiares o compañeros de trabajo se puede hacer en cualquier momento, sin necesidad de que sea una fecha determinada, solo es imprescindible el tener ganas y hacerlo. Tengo claro que un regalo se puede hacer en cualquier momento, simplemente porque sí, porque apetezca y no cuando lo decida el Corte Ingles o la Asociación de Comerciantes. Tengo claro que si no soy capaz de ir con una sonrisa en la boca cada segundo de mi vida, sea cual sea la época del año o mis circunstancias personales, no merece la pena vivirla. Tengo claro que para sentir alegría de vivir, solo tengo que hacerlo después de echar una mirada al corazón y ver la grandeza y pureza que reside en su interior, sin necesidad de euforias, sino sintiendo una paz y armonía sosegadas que te llenan de plenitud.
            Este año, como digo, no hemos puesto belén, ni hemos adornado la casa. Este año hemos decidido seguir alegrándonos cuando vemos a nuestros amigos, como cada día del resto del año. Reírnos con ellos, como cada día del resto del año. Abrazarlos con fuerza cuando los vemos, como el resto del año. Y juntarnos a comer, tomar un café, o lo que surja, como el resto del año. Pero sobre todo AMAR con sinceridad, como el resto del año.
            Cada día es un regalo, cada despertar un nacimiento, una nueva oportunidad para realizar todo aquello que de verdad ansías, y solo tú eres el responsable de ello. Si no dominas cada instante de tu vida, si tú no eres el dueño de tus emociones, simplemente estarás permitiendo a otros que te manipulen, te marquen las pautas de tu vida y la manejen a su antojo.
            Desconozco en que momento y circunstancias se ha producido esta especie de despertar, pero me está gustando, al menos, el darme cuenta de ello e intentar tomar las riendas de mi vida. Y sabéis que?, pues que lo voy a conseguir, es decir ya lo he conseguido simplemente al tomar consciencia de ello. Por lo tanto si te apetece seguir mi ejemplo, solo tienes que mirar en tu interior, ahí está todo lo que necesitas para ser feliz. Fuera solo hay proyecciones de realidades, que si no las realizas tú, tendrás que aguantarte con las de otros y a lo mejor no te gustan.

            Abrazote.

            

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