viernes, 7 de noviembre de 2014

Los Ídolos


                En el libro UN CURSO DE MILAGROS, capitulo 30 – III – 1, podemos leer:
- Los ídolos son algo muy concreto. Mas tu voluntad es universal, puesto que es ilimitada. Y así, no tiene forma, ni su contenido se puede expresar en función de la forma. Los ídolos son límites. Representan la creencia de que hay ciertas formas que pueden brindar felicidad, y de que, limitando, se consigue todo. Es como si dijeras: “No tengo necesidad de todo. Lo único que quiero es este trocito, y para mi será como si fuese todo”. Y esto no puede sino dejarte insatisfecho porque tu voluntad es que todo sea tuyo. Decídete en  favor de los ídolos y estarás buscando perder. Decídete por la verdad y todo será tuyo. –
Este párrafo es muy interesante de estudiar y razonar sobre el contenido del mismo. Desde que nacemos esta sociedad a nivel planetario, nos somete a cientos de formas de liderato, repito, nos somete.
                Efectivamente desde el nacimiento ya somos sometidos a comparaciones, color de ojos, pelo y piel, tamaño de nuestro cuerpo y diferentes partes del mismo. Desde ese mismo momento empezamos a estar sometidos a la selección familiar y al encasillamiento dentro del clan.
Después cuando salimos a la sociedad y desde la guardería ya comienzan a surgir los líderes, bien por ciertas cualidades innatas o por selección de simpatía, amistad o enchufismo, que poco importa cómo, el hecho es que se produce y en cierto modo si no te quieres sentir desplazado tienes que sacrificar tu personalidad y someterte al servilismo y acatamiento de los dictámenes del líder.
De esta forma en edad temprana se nos grava a sangre y fuego la pauta a seguir durante toda nuestra vida. Nunca nos podremos salir del guion, tendremos líderes en política, en el trabajo, en los deportes, en las aficiones, en la misma familia. Como bien dice el párrafo de Un Curso de Milagros esto solo nos proporciona la sensación de perdedores, ya que siempre lleguemos a donde lleguemos, siempre tendremos por encima nuestro un líder mayor que nos marcara las pautas y camino a seguir.
 Yo no quiero ser un líder para nadie, no acepto que se me tome por tal, lo mismo que de igual forma no pienso seguir a ninguno. Esto no quiere decir que no sienta admiración por todo aquel que con su esfuerzo consigue realizar unos buenos objetivos, del mismo modo que me gusta que cuando hago algo meritorio se me reconozca, pero no dentro del servilismo.
Hemos de ver con imparcialidad el trabajo realizado y no quien lo realiza, tenemos que reconocer el esfuerzo y dedicación para conseguir un objetivo, pero no idolatrar al que lo ha conseguido.
                Como expresa el párrafo, nuestra vida está marcada por limites, pautas, formatos, que lo único que consiguen es mantenernos en la frustración permanente, impedir que reconozcamos nuestro verdadero potencial y capacidades, nuestra grandeza y divinidad, por tanto investiga, estudia y cuestiona todo lo enmaquetado, todo lo estrictamente reglado, todo aquello que te sirvan en bandeja y búscate a ti mismo, a tu esencia, sin limitaciones, ni pretensiones, solo dejándote llevar, viviendo el momento, disfrutando de tanto como tienes y eres.

   Abrazote.

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