miércoles, 16 de mayo de 2012


Meditación – relajación.

            La meditación relajación, es un medio muy eficaz para tranquilizar la mente y ayudarnos a optimizar nuestro descanso, alcanzando periodos de relajación que nos permiten revitalizarnos de una forma asombrosa, mezclando meditación con tratamiento Reiki.

            Para comenzar hemos de preparar la estancia de la forma que más nos agrade, como si fuese para un tratamiento Reiki. Luz tenue, música suave, aromaterapia y los que nos parezca.

            Nos sentaremos o acostaremos en una postura lo más cómoda posible y procurando siempre tener la espalda recta,  ya que la energía circulara por ella.

            Cerraremos los ojos plácidamente tomando consciencia de lo que vamos a realizar, prestaremos atención solo a la música, dejando a un lado el resto de sonidos y ruidos procedentes de fuera de la habitación.

            Prestaremos atención a nuestra mente, hasta conseguir parar la cháchara interior y que nuestros pensamientos se detengan. Imaginamos, como en el techo de la habitación, por encima de nuestra cabeza, se abre un agujero circular que permite el paso de un chorro de energía procedente del Universo (del Vacío Cuántico). Esta energía con una tonalidad rosada, la sentimos caer sobre nosotros y sentimos su calidez, paz y armonía cuando alcanza nuestro cuerpo.

            Disfrutando de esta sensación y calidez nos sentimos cada vez más y más relajados, más y más tranquilos, cada más lleno de paz y amor. Abrimos ahora nuestro chacra corona, de par en par y dejamos que un rayo de  esa energía entre a través de ese chacra. Cuando entra sentimos como inunda e ilumina toda la parte superior de nuestra cabeza y nos sentimos cada vez más relajados y tranquilos, sentimos como poco a poco, todo se para, todo se ralentiza, todo es calma, paz y armonía.

            Permitimos que la energía sigua bajando poco a poco por la cabeza y a medida que avanza la energía todas la zonas que alcanza se impregnan de una profunda paz, de un sosiego absoluto, todo de ralentiza y se calma, así poco a poco hasta llegar a la planta de los pies.

            Cuando llegamos a este punto, nos centramos en sentir como la energía fluye por todo nuestro cuerpo recorriéndolo y cuando sale al exterior arrastra todo lo que nos produce malestar, dolor, agobio e inquietud, sintiéndonos más y más relajados, hasta que finalmente nos sumimos en un profundo y agradable sopor, permitiendo que la energía, cure, revitalice y nos llene de paz, tranquilidad, sabiduría y confianza.

            Cuando nos apetezca, sin prisa, con calma y despacio vamos retornando al plano físico y nos moveremos con calma, levantándonos despacio y después de estar seguros de que hemos salido plenamente de trance en el que estábamos sumidos.

No hay comentarios: